Está claro que la pintura ha sido desde siempre uno de los mejores aliados a la hora de decorar una pared y desde hace unos años también lo está siendo el papel pintado, porque ha vuelto con mucha fuerza y poco o nada tiene que ver con el papel pintado de la década de los 70 y 80. Pero si hay que hablar de tendencias en cuanto al revestimiento de paredes, no podemos olvidarnos de los fotomurales.
Con los fotomurales podemos crear una enorme ventana al mundo desde nuestro salón habitación, pasillo o el baño por ejemplo, aunque también pueden ser usados en un negocio de cara al público, proporcionando un aspecto verdaderamente increíble.
Los fotomurales son fotografías de la máxima calidad impresas en un papel que ha recibido un tratamiento vinílico y que pueden ser adheridos en una pared nivelada, sin poros y limpia, lo que aportará un aspecto fuera de lo común. Podemos elegir fotomurales sencillos, con formas geométricas y un fondo neutro, o algo más trabajado como el skyline de una ciudad, un fondo de naturaleza y animales, temática tecnológica o con motivos infantiles, para decorar como nunca hubiéramos pensado la habitación de los más peques de la casa.
Los fotomurales están fabricados de un material que permitirá una duración de muchos años si se le realiza un mantenimiento periódico que consiste en prácticamente limpiarlo. Su poder adhesivo es tal que puede durar tanto tiempo como el papel pintado y proporciona un aspecto muy profesional a la estancia en la que se coloque, por eso, además de en muchos hogares, cada vez más, los fotomurales están cada vez más presentes en muchos negocios, que han encontrado en ellos una fantástica forma de decorar su local.
Otra de las ventajas que tienen los fotomurales es que, además de poder elegir aquellos modelos que vienen desde fábrica, se pueden personalizar con fotografías hechas por el propio cliente donde poder poner una puesta de sol, la foto de unos familiares, el logotipo de una empresa, etc., dejando constancia de la enorme versatilidad que tienen.
El material de los fotomurales está tratado con tinta UV estable, no tiene transparencia y puede cubrir completamente la superficie en la que se va a colocar, ideal si la pared tiene alguna clase de defecto dado que lo cubrirá, pero si son pequeñas grietas, hay que taparlas con sellador antes de colocar el fotomural, de esta forma se evitará que la grieta pueda afectar al vinilo con el paso del tiempo.
Otra de las características de los fotomurales es que pueden limpiar muy fácilmente y muchos de los fabricantes recomiendan solo utilizar un paño suave y seco para ello. Aunque si se quiere conseguir que sean mucho más resistentes se puede aplicar una capa de látex vinílico, aunque para ello hay que consultar a un experto o leer bien la etiqueta del producto para ver si puede aplicarse esa capa.
Nunca hay que utilizar productos que puedan resultar abrasivos para su limpieza como vinagre o cualquier limpiador, solo se recomienda un paño seco y si hay alguna mancha, puede estar ligeramente humedecido pero después hay que secarlo bien. De esta forma los fotomurales durarán muchísimo tiempo.
Con los fotomurales podemos crear una enorme ventana al mundo desde nuestro salón habitación, pasillo o el baño por ejemplo, aunque también pueden ser usados en un negocio de cara al público, proporcionando un aspecto verdaderamente increíble.
Los fotomurales son fotografías de la máxima calidad impresas en un papel que ha recibido un tratamiento vinílico y que pueden ser adheridos en una pared nivelada, sin poros y limpia, lo que aportará un aspecto fuera de lo común. Podemos elegir fotomurales sencillos, con formas geométricas y un fondo neutro, o algo más trabajado como el skyline de una ciudad, un fondo de naturaleza y animales, temática tecnológica o con motivos infantiles, para decorar como nunca hubiéramos pensado la habitación de los más peques de la casa.
Los fotomurales están fabricados de un material que permitirá una duración de muchos años si se le realiza un mantenimiento periódico que consiste en prácticamente limpiarlo. Su poder adhesivo es tal que puede durar tanto tiempo como el papel pintado y proporciona un aspecto muy profesional a la estancia en la que se coloque, por eso, además de en muchos hogares, cada vez más, los fotomurales están cada vez más presentes en muchos negocios, que han encontrado en ellos una fantástica forma de decorar su local.
Otra de las ventajas que tienen los fotomurales es que, además de poder elegir aquellos modelos que vienen desde fábrica, se pueden personalizar con fotografías hechas por el propio cliente donde poder poner una puesta de sol, la foto de unos familiares, el logotipo de una empresa, etc., dejando constancia de la enorme versatilidad que tienen.
El material de los fotomurales está tratado con tinta UV estable, no tiene transparencia y puede cubrir completamente la superficie en la que se va a colocar, ideal si la pared tiene alguna clase de defecto dado que lo cubrirá, pero si son pequeñas grietas, hay que taparlas con sellador antes de colocar el fotomural, de esta forma se evitará que la grieta pueda afectar al vinilo con el paso del tiempo.
Otra de las características de los fotomurales es que pueden limpiar muy fácilmente y muchos de los fabricantes recomiendan solo utilizar un paño suave y seco para ello. Aunque si se quiere conseguir que sean mucho más resistentes se puede aplicar una capa de látex vinílico, aunque para ello hay que consultar a un experto o leer bien la etiqueta del producto para ver si puede aplicarse esa capa.
Nunca hay que utilizar productos que puedan resultar abrasivos para su limpieza como vinagre o cualquier limpiador, solo se recomienda un paño seco y si hay alguna mancha, puede estar ligeramente humedecido pero después hay que secarlo bien. De esta forma los fotomurales durarán muchísimo tiempo.